29.3.06

 

ESLOVENIA Y CROACIA

A ver, repaso de geografía: jutno a Espana está Francia va Suiza (dudo donde pilla Lienchestein...), llegamos a Austria y al sur hay dos países llamados Eslovenia y Crocia. No, no recuerdo ningún representante eurovisivo de estos países ni famosos o música eslovena y croata.
1. Uno de mis intercambios alemán-catalán (más original y menos académico que alemán-castellano) es un chico croata. Me ha dicho que se parecen Espana y Croacia en el sentido de la fiesta, de vivir la vida o de los precios. Ha sido la única persona que no es compatriota mío que me ha invitado a tomar algo. Aquí se estila mucho lo de cada uno se paga lo suyo.

Las playas croatas están de moda, y dice que su ciudad, Mostar, está bastante recuperada de conflictos anteriores. El único croata que conozco es futbolista, Davor Suker (además de otro futbolista, Robert Prosinesky). El ex de Ana Obregón (mujer que conoce mi intercambio) ahora tiene una escuela de fútbol en varios países europeos, también en Austria. Aquí sale mi parte de periodista del corazón: mi intercambio cree que no tiene sede esa escuela en Espana, tal vez para huir de la Obregón...

2. Eslovenia pertence a la Unión Europea. A otro de mis intercambios le sentó algo mal que no supiera que Eslovenia perteneciera a la Unión Europea, o que desconociera que Lubiana es la capital de Eslovenia. Está muy cerca de Graz, a pocos kilómetros. Todavía no tienen el euro, pero va a ser el primer país de los que entraron hace poco en la Unión Europea que va a adaptar la moneda.

Tampoco conozco famosos eslovenos, aunque una peli bosnia que ganó el Oscar a la mejor película de habla no inglesa hace algunas ediciones (En tierra de nadie) tiene un director esloveno, pero se presentó por Bosnia porque les dio por ahí. Las playas de Eslovenia no son tan bonitas, pero es más barato que Croacia, que todavía no pertenece a la Unión Europea.

Lo que estoy aprendiendo de países como éstos... En mi clase de alemán, por ejemplo, hay alumnos croatas, eslovenos, bosnios, macedonios... países de los que (casi) no sabía que existían... También he de decir que en esta ciudad, salvo Madrid, Camino de Santiago, Barcelona, Andalucía, Baleares o Canarias (con Teneriffa, como dicen aquí) desconocen el resto de Espana.

27.3.06

 

LA ABUELITA IMPAR

1. La abuelita impar seguramente nunca ha hecho un brunch, ni sabe lo que es. Aquí es más o menos típico hacerlo en los domingos... En esta ciudad se me ocurren, por ahora, pocas cosas que hacer en domingo.

Total, que se junta más gente de la que cabe en un cocina y a brunchear. El pan en Austria es bueno, distinto. Hay muchos tipos de panes para hacer al horno, con pipas de girasol por encima, con una especie de sésamo por la corteza, etc. Falla un poco el jamón serrano, que sabe como aquél de pueblo que te daban en la tienda cuando tu madre o abuela te enviaba a comprar, reseco y seguramente para clientes que no eran de confianza. Los zumos aquí se llevan mucho, y la bebida nacional parece ser el Apfel-Saft (zumo de manzana). Algunos son muy puros y hay que echarles agua para suavizarlos. Otra moda ahora, por la Pascua, son unos huevos de colores que venden ya cocidos.

Estar rodeado de gente más o menos desconocida, algunos de los cuales no son de habla castellana es algo duro de llevar, pero todo se soluciona con el tarot. En cuanto saco el tarot me transformo, me convierto en brujo, y mi parte de ego, por ahora, se llena de esta manera, a partir de la lectura de manos, letras o tarot. Las letras austriacas, por lo general, son muy sobrias, sin apenas fantasía. La gente que me rodea, muchos de ellos compañeros de la Universidad, están estresados y con necesidad de desconectar. Espero no llegar a estos extremos.

2. La abuelita impar seguramente sí decidiría un domingo después de un brunch irse a un cementerio, como el Zentralfriedhof de Graz. Los cementerios austriacos son, de entrada, raros, imposible ver un cartel con horarios e imposible de encontrar los horarios de apertura y cierre.

Este cementerio los domingos se llena de gente, mucha más de la que puede haber en un cementerio español un domingo primaveral por la tarde. Son muy espaciosos, sin gatos, y con máquinas expendedores de velas con funda a la entrada (a un euro). Hay muchas papeleras, de varios tipos, para tirar velas acabadas, residuos de plástico y contenedores especiales para lanzar restos de plantas.

Las tumbas austriacas están llenas de flores, incluso de árboles de navidad o de árbolitos pequeños formados por ramas de los que cuelgan los huevos de Pascua, que ahora están por todas partes. Se lleva muy poco poner fotos a las tumbas, casi ninguna tiene vitrina con candado y muy pocas estatuas de vírgenes o cristos. También hay menos panteones.

Casi todas tienen en medio de la sepultura un espacio de tierra para plantar un arbusto o flores. Las tumbas están muy cuidadas, y las más antiguas son renovadas. Predomina el granito negro. Acojona, por no usar otro verbo, los espacios dedicados a los muertos de la Primera Guerra Mundial (cuatro mil y pico) y otros tantos para los de la Segunda Guerra Mundia. Hay muy pocas tumbas de niños, en cambio.

3. La abuelita impar tal vez se decide, como hice yo, a salir del cementerio e irse al McDonalds que hay enfrente. Desde cualquier lugar dentro del cementerio se ve la M del McDonalds, grande, que anuncia un McAuto, para que desde el coche recojas la hamburguesa.

Los domingos por la tarde en el McDonalds hay mucha gente, parejitas, niñatos austriacos (mucho más educados y más callados que los españoles), impares como yo y la abuelita impar.

La abuelita impar merienda porciones de pollo, patatas fritas y refresco de cola.
La abuelita impar tendrá un mínimo de 70 años y va vestida impoluta, con un bolso muy pequeño a juego con el abrigo.
La abuelita impar no se quita su velo azul y sí, en cambio, las gafas para leer el periódico. Me da envidia lo bien que lee el diario.
La abuelita impar no tiene prisa en comer, coge una patata frita a cada rato, saboreándola.
La abuelita impar, no sé por qué extraña razón, se lee durante más de cinco minutos el mapa del tiempo del diario, mirando temperaturas y precipitaciones.
La abuelita impar saborea su porción de pollo, que come en cuatro o cinco bocados.
La abuelita impar no levanta la cabeza del periódico, y no se da cuenta de la fascinación que ejerce sobre el que sabe ver.
La abuelita impar succiona la cola con la pajita como una adolescente más.La abuelita impar, finalmente, no me sonríe cuando le lanzo una sonrisa al ver que se va y que me ha sugerido esta entrada del diario.

23.3.06

 

CONDONES E IMPARIDAD EN MCDONALD´S

1. Únicamente en la planta baja de la Facultad de Humanidades de la Universidad Karl Franzens de Graz, Austria, venden condones. Se supone que sólo se usan en la planta que está más cerca de la biblioteca y de la cafetería. En el resto de plantas no hay máquina de condones en los aseos, que compartimos alumnos y profesores.

Son unos aseos raros. Está separado por una puerta (como en las casas y cafeterías que conozco) lo que es el lavabo del aseo. Donde haces pipi no te lavas las manos. No hay pintadas en ningún aseo y están bastante limpios, teniendo en cuenta que no veo limpiadores más allá de las nueve, a primera hora del día.

La máquina de condones vende tres tipos de condondes.
a) Condones "normales", los que tienen el signo del hombre y la mujer. Dos condones por dos euros.
b) Condones "gays", los que tienen signo de hombre y otro signo de hombre. Dos condones y lubricante, dos euros.
c) Condones "sexo oral". La gran pregunta, desconozco este tipo de condones. Creo que no son con sabores, porque si no serían más caros, supongo. Simplemente deben ser más finos, ya que dos condones de este tipo cuestan un euro.

2) Soy muy tímido. Para muchas cosas. Para llamar por teléfono, por ejemplo. Tengo unos 15 teléfonos austriacos, de gente que vive aquí, y me da palo llamarlos. Me da no sé qué entrar en sus vidas, que ya tienen hechas, incluso los que acaban de llegar aquí.

Me da mucho palo entrar en las tiendas y bares. En Salamanca, y aquí. Aquí además hablan en todas las tiendas, primero el saludo (Gruss Got, Buenos días) y luego el resto, que no sé lo qué es. Total, sólo me atrevo a entrar en el McDonalds. Ni siquiera en los döner kebap, porque preguntan si el kebap lo quieres para llevar o para comer allí, o si lo quieres picante. Si a todo le digo Ja! (sí), me armo un lío.

Mi sitio favorito es el McDonalds, donde sólo hay que decir "eine McMenu mit salat/pomer frites und coke, bite!). El McDonalds es raro. Tu no depositas la bandeja en la papelera, sino que alguien se encarga de eso. Además esta lleno de impares. Austria es un país de impares, todo el mundo a su puta bola con su periódico y sin apenas fijarse en la gente.

Me gusta mucho de Austria mirar caras de gente, muy variada, y edificios. En estos ves a gente haciendo cosas: secandose el pelo o pintando la casa he visto a la misma chica, y también ves relieves, caras, virgenes y santos en las paredes.

14.3.06

 

DEL QUÉ HAGO AQUÍ

A veces me ha surgido la pregunta típica del qué hago aquí. No sé si interpretarlo como el bajón que le da a uno cuando lleva dos semanas en un país extranjero, o que esta pregunta ha llegado antes de tiempo. La respuesta es otra: es el bajón post-cumple que siempre me suele dar, junto a una ligera depresión pre-primaveral.

Esto último no creo que me dé en Austria, pues hoy está medio nevando. La vida en Graz está siendo tranquila. Me siento acogido por los otros profesores que viven aquí y por otras personas como mi banquera o la multitud de sonrisas que recibo por las calles, ya sea de mendigos, personas de la universidad que encuentras por la calle, empleadas de banco, etc.

Austria me parece muy impar. Aquí se favorece la imparidad. Me explico: los ninyos pequenyos (intento no poner palabras con la letra entre la m y la n, pero es imposible...) no juegan en las calles, por ejemplo. Aquí cada uno va a su bola, y supongo que esto está lleno de mundos interiores muy ricos, pero difíciles de explorar.

Los domingos son raros aquí. Dudo que la gente se pase las resacas todo el día en casa, pero no hay nadie por la ciudad. Claro, a mí me da palo entrar en un bar en mi país y hablando mi lengua, así que en otro país con una lengua que no conozco sólo se me ocurre entrar en el McDonald´s y observar. Le estoy dando vueltas al sexo en Austria, no sé por qué, y en concreto en esta ciudad.

Hay varios clubs de alterne repartidos por toda la ciudad. En algunos están en la puerta las fotos de las chicas que hay dentro. Mi favorito es el Eros Bar, que es una especie de casita de chocolate del sexo, con varias plantas, así muy cuca. Me llama la atención también un local de arneses y demás ropa para hacer guarreridas, o incluso un local para practicar sexo fuerte, en plan esclavitud y todo eso. Relacionado con esto está, supongo, el hecho de que Leopold von Sacher-Masoch, el creador del masoquismo (Perversión sexual del que goza con verse humillado o maltratado por otra persona, según el Diccionario de la Real Academia) estudiara en esta ciudad...

En la ciudad también hay varios locales gay, bastantes más que en una ciudad de 250.000 habitantes que en Espanya, creo. Los que he visto por fuera están como muy tapados, algo escondidos, ni siquiera se puede saber desde fuera si puedes ir a tomar un café o se va allí a hacer la caída de Roma.

Graz tiene más cosas, como muchas vírgenes y cristos por toda la ciudad, que recuerdan que por aquí pasó la peste, o barrios anodinos fuera del centro, muz de obreros, centroeuropeos, con edificios funcionales acojonantes. Por ahora sólo puedo contar esto por aquí, espero poder hacerlo dentro de poco en alemán...

9.3.06

 

MIEDOS EN GRAZ

Graz, en Austria, es una ciudad segura. Eso me dice todo el mundo. No las tengo todas conmigo. Vivir un poco alejado del centro y muy cerca de un parque en el que creo que he visto cuervos me da que pensar en la serie de dibujos Sherlock Holmes o en la película El secreto de la pirámide. Vamos, que no creo que pase por allí mucho de noche.

No es ése mi gran miedo en Graz. Son estos tres:

1. La ciudad está llena de tranvías. No me acostumbro al tranvía. Hasta ahora sólo los había visto en funcionamiento en Barcelona. Allí están en medio de la calle pero rodeados de césped (al menos al final de la Avinguda Diagonal), lo que te avisa de que hay tranvía. Supongo también que tendrán bocina.

Aquí no. Son más que silenciosos y cuando te quieres dar cuenta, lo tienes delante. Digo esto porque a veces voy mirando las baldosas, y Graz, en cuando a baldosas, es una ciudad fea. Sólo en eso, creo, por ahora... El que lea esto que sepa que Antoni Gaudí, el arquitecto modernista, murió atropellado por un tranvía. La verdad es que a mí me encanta meterme entre ellos, incluso putearles un poco y pasar justo delante de ellos. Si no doy muestras de vida en un tiempo, es que me ha pillado un tranvía.

2. En Graz nevó todo el día el domingo... Todo el día, a todas horas. Sí, muy chulo... pero peligroso. Aquí la nieve dura semanas en los tejados, lo que se convierte un peligro. La ciudad está llena de palos de madera que se ponen pegados a las paredes de algunas casas en las que hay nieve todavía en el tejado.

Esos palos los pone el ayuntamiento para avisar de que si pasas por debajo, te cae un montón de nieve dura y te descalabras, no es culpa suya. El problema es que tanto una acera como otra la tienen, así que o vas por medio del a calle o no sé cómo se lo montarán aquí en Estiria, Austria.

3. La facultad está llena de cafeteras en los despachos, dobles pares de zapatos que los profes usan durante el día... y de cocinas. En las salas de profesores o lectores hay cocinas. Otro peligro: llega el profe que no sabe ni cocinar y que no quiere ir a comer fuera. Se trae un plato precocinado y no lo quiere hacer en el microondas, lo hace al banyo maría. Y lo deja en la olla un montón de rato, porque mientras tanto se ha ido al despacho. Vamos, que si algún día alguien deja la olla express o la cafetera puesta mucho tiempo... moriremos y esta bonita universidad se irá a pique.

Por lo demás, Austria es tranquilo, muy tranquilo. Uno se pregunta qué pinta en este país Alf Poier, el representante de Eurovisión de hace tres ediciones. Hoy sale en www.fotolog.net/diarioimpar

8.3.06

 

DE TIENDAS POR GRAZ

Ya llevo una semana aquí, y por ahora todo bien. Hoy he tenido mi primera conversación en alemán. Como ahora ando con ganas de volver a escribir algo de teatro, ahí va el diálogo:

TRAFFIK (estanco)
YO: Gruss got (no sé si está bien escrito, es el saludo que se hace en todas las tiendas, todas!)
DEPENDIENTA: Gruss got ... Anyadió algo más que no he sabido interpretar.
YO: Ein Siegel für Spanien (o sea, un sello para Espanya).
DEPENDIENTA: [mande?] Traducción inventada por mí.
YO: Stamp (acompanyado de gesto para indicar el lugar en el que se pone el sello).
DEPENDIENTA: Aah... Füunf, füunf no sé qué (que es 55 céntimos, lo que cuesta; me encanta ese número: es como muz navidenyo, fun fun fun).
YO: Vidersin (el Auf Vierdesehen de los libros de alemán aqui se reduce a eso)
DEPENDIENTA: Vidersin.

Hoy también me he recorrido las perfumerías de Graz: Marinneaud (me encanta este nombre, a la espanyola sería Marinó), Douglas, Yves Rocher. Iba buscando lo que acabo de poner en el http://www.fotolog.net/diarioimpar es decir, un antifaz para dormir. En Austria noto dos ausencias: las servilletas, que se usan mucho menos que en Espanya, y las persianas. Hay persianas, pero sobre todo contraventanas de madera verdes, de ésas que no tapan nada. Si a eso se une que las siete de la manyana hay luz como si fueran las doce del mediodía, pues eso, a dormir con antifaz. Muy cuco él, como de fulana antigua, con unos labios así rojos como de pedrería en relieve. No he encontrado otra cosa, la verdad.

6.3.06

 

DESDE GRAZ, AUSTRIA

En mis primeros días en Graz... aquí van una serie de tópicos austriacos vistos por un espanyol... (aquí no hay la letra entre la n y la o...).

-El sonido de los semáforos se parece a la alarma de un despertador.
-Hay que apretar casi todos los semáforos para cruzar la calle.
-Hay mendigos por las calles.
-La ciudad huele mucho a comida turca.
-Dejan en los portales una caja de cartón para reciclar los tetra-briks.
-El periódico local (Kleine Zeitung) es más barato y más pequeño que en España.
-Todas las series y las películas de la televisión se doblan al alemán.
-No he visto nada referido a Rex, un policía diferente.
-La ciudad está llena de tranvias.
-No he visto ni oído nada relativo a Alf Poier (representante de Eurovisión en el anyo 2002).
-Las bolsas del supermercado cuestan veinte céntimos de euro.
-Las bolsas para que el perro haga sus necesidades en el parque cuentan cinco céntimos.
-No veo casi nada en inglés.
-No veo casi papeleras por las calles.
-La nieve dura muchos días en los tejados y en las calles.
-No hay nadie por las calles a las ocho de la tarde.
-Un hombre vestido de mujer te hace el permiso de residencia en Austria si coincide tu llegada con los carnavales.
-Hay un club de solteros y varios locales de alterne en medio de la ciudad.
-Se come a las doce y se cena a las seis.
-No hace tanto frío como pensaba.
-Los austriacos no son tan altos ni tan fríos.
-Austria, al menos Graz, no parece tan caro.
-El café lo sirven en una bandeja ovalada y con un vaso de agua.
-Sólo suena español en la radio con las canciones de Juanes, Maná y Gloria Estefan.
-Gusta mucho la serie de televisión Las chicas Gilmore y Padres Forzosos está editada en DVD.
-Se controla más la asistencia a clase que en la universidad española.
-No hay casi ruidos por la calle (no suenan bocinas ni música de los coches).
-En la presentaciones, los austriacos se dan la mano y no se dan dos besos.
-Casi todos los coches se paran en los pasos de cebra si hay peatones.
-Sigue habiendo supermercados SPAR, detergente Persil, tiendas de ropa Damart.
-Sigue estando presente Pumuky, Los Pitufos y La abeja Maya.
-No he visto muchas salchichas en el supermercado.

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