16.5.06

 

HAGO TIEMPO

Sí, exactamente es eso lo que hago ahora. Miro por la ventana y ahora hay sol, pero está anocheciendo. Veo un árbol muy grande, una torre de una iglesia así como abombada y un monte no muy grande al fondo. Hace un rato ha llovido mucho. Veo lo que son las tormentas en Graz. Acojonantes. Por ahora molan.

Soy más de invierno que de verano, por lo que los días así plomizos me molan. No tengo mucho que contar. Lo único que tenía apuntado en una neurona era mencionar a los camareros de un bar al que he ido varias veces. Parecen los dos sacados de una peli porno. Él está (o aparenta estar) muy delgado, muy cuidada su perilla, que es una especie de mosca alargada. Ella todavía está más delgada. No pone mala cara cuando no le dejo propina. Todavía no me aclaro cuándo hay que dejar propina aquí, que parece que es siempre. Ella tiene un fallo, se pinta demasiado; él también tiene otro, se come los mocos.

No me gusta mucho contar mi vida por aquí, sobre todo ahora que esto está más difundido y el contador de visitar no miente sobre en qué sitio se mira más este diario. Creo que no tengo mucho tiempo para mi mundo interior, ni siquiera para mostrarlo aquí. Observo mucho. Parece ser que aquí observar a la gente no se lleva mucho, que es un poco raro cruzar miradas por la calle. Que la gente va a su bola. También parece que es típico aquí la depilación. Las bicis sí, son muy típicas aquí, pero a veces hay accidentes. Si te aperece un infante en un paso de cebra, ni se te ocurra arrollarlo, antes tírate a un arcén y así te quedes. Hay, pocas, pero hay, palizas en algún parque de noche, que es algo que para el modo de vida austriaco no pega nada.

En un rato voy a un encuentro alemán-castellano, para practicar el alemán y no pasarlo del todo bien si va mucha gente y no acabas de encontrar tu huevo. No sé si he hecho muchos progresos con el alemán. A ver: ledig, soltero; abocado, aguacate; aber, pero; erdbeer, fresa. Son palabras que me gustan. Aunque mi favorita por ahora no sé como se escribe, es ak so, o algo así, que significa ajá. También me mola mucho genau, que es exacto, y suena mucho a catalán.

Acaba de venir una chica por la sala de lectores. A las 20.00 de la tarde aquí no queda ni el gato. Debe pensar que estoy mirando pornografía, no sé a qué vendrá ella. La noticia de la semana es Eurovisión, que esta edición vivo de manera diferente, desde el extranjero. Le puse la canción de Las Ketchup, el Bloody Mary a algunos alumnos y se han quedado como yo. Fríos.

Por cierto, el otro día sonaron las Baccara en la radio, qué grandes. Estoy hasta los mísmisimos de Juanes o Shakira. Tampoco sirve de mucho un tal Manuel Ortega, que ahora es la estrella aquí por haber ganado el Mira quién baila austriaco. Cumple todos los tópicos del latino, de los cuales yo no cumplo ni medio. Lo mejor fue ver salir a su madre, una sevillana con mucho arte, que dijo en la final del programa: Estoy muy orgullosa de mi hijo, la cara del presentador es la misma que tengo yo cuando me hablan en alemán muy rápido. El tal Ortega participó en Eurovisión hace tres ediciones. La cultura austriaca es rara, sirve para mucho el blog que he creado para mis alumnos, al que no sé si harán caso, pero lo veo como embrión de algo. La verdad es que hace mucho que no me llegan felicitaciones por el blog o fotolog a mi correo. A decir verdad, es algo que yo nunca he hecho, nunca he felicitado a casi nadie por el correo electrónico por tener un diario o fotolog chulo.

No tengo más pretensiones para la próxima entrada. Seguir entrando en la cultura austriaca, que viene a ser lo mismo que la alemana, al menos en lo que es los medios de masas, algún culebrón que he empezado a ver y tal vez algo de música. Pero mientras, sigo haciendo tiempo...

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